domingo, 30 de septiembre de 2007

NUEVA CRITICA

http://www.vuenosairez.com/articulo.php?tipo=2&idRteatro=128
La muerte de Brian
TXT BY: Mariano Zucchi

Un espectáculo que se ríe de la crisis existencial de la sociedad contemporánea.Un perro ahogado, una pareja en crisis, una vecina fashion, una luna de miel frustrada, un desfigurado recolector de residuos, una mujer vestida de empanada, muchos cables y aparatos electrónicos, cuerpos desnudos que ocultan su sexo con una toalla. Estos son algunos de los elementos que se conjugan en “La Muerte de Brian”, espectáculo escrito y dirigido por Pablo Iglesias. La pieza cuenta la historia de una pareja de clase media en crisis donde la falta de comunicación, las infidelidades y las frustraciones por no alcanzar los deseos propios de cada personaje son los principales protagonistas. Hasta aquí parecería que nos encontramos con una típica historia que intenta retratar la situación cotidiana de una pareja de jóvenes, pero no es así. A la trama se suman tres personajes que rompen con la lógica de la acción e introducen en la obra un código de humor constante y absurdo: una mujer vestida de traje de novia que retorna luego de su frustrada luna de miel, una vecina que intenta recuperar un dinero adeudado y un recolector de residuos que, aparentemente, busca venganza. Todos estos elementos construyen un espectáculo ágil y divertido, que, al mismo tiempo, pone determinadas categorías de la sociedad actual en crisis. El mecanismo para cumplir este objetivo es la utilización de la técnica del grotesco. Se destacan la construcción de personajes inestables emocionalmente y la introducción de una lógica en las acciones que rompe que la idea de realismo. En ese sentido, el espectáculo oscila entre dos planos: el de la comicidad, donde proliferan situaciones absurdas y extravagantes que mantienen la atención del espectador, y un plano realista, donde los personajes se instalan en situaciones conflictivas específicas y se intenta producir un fenómeno de identificación de los personajes con el público. Si bien por momentos esta oscilación le juega en contra al espectáculo, creo que es destacable ver cómo los actores se manejan entre estos dos registros. En ese sentido, vale la pena observar el trabajo de Laura Espinola, tanto por su naturalidad como por su habilidad para la comedia. Un espectáculo que se ríe de la crisis existencial de la sociedad contemporánea, donde el sexo se convierte en algo efímero, donde nadie es lo que quiere ser, donde todos estamos solos. Esto es “La Muerte de Brian”.

domingo, 16 de septiembre de 2007

La gente opina en Alternativa teatral

El público dice sobre La muerte de Brian

15/09/2007 - 15:09:53 - Silvana
La verdad es que superó mis expectativas, me pareció una obra bien llevada con excelentes actuciones y una ambientación genial. Me trasladó a otro mundo.Un saludo a todos (en especial a Hernán Muñoa, si alguien me lo presenta, lo agradecería)Silvana.

06/09/2007 - 0::09:11 - Paula
Un texto super dinamico, actuaciones muy buenas y sobre todo un ritmo impresionante, un humor poco visto, al menos para mi, la disfrute.

01/09/2007 - 20:09:02 - Fantasma
Nunca me habìa reido tanto en una obra de teatro, humor inteligente y actuaciones estupendas.Yo la recomiendo con fervor...

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Crítica Revista 23

Los vicios de la clase media en tono bizarro
MUERTO EL PERRO

Un departamento: en el medio, cables, computadoras y equipos musicales. La escena parece más una instalación que la escenografía de una obra. Alrededor del cablerío (y de la muerte del perro llamado Brian) transcurren diferentes situaciones que lindan con lo bizarro. Una pareja, él músico, ella trabaja vestida de empanada, que se está disolviendo. Una mujer con vestido de novia que vive en el balcón, como si fuera Julieta esperando a su Romeo. Una vecina que reclama por el cloro de su pileta. Un hombre con la cara vendada.
Escrita y dirigida por Pablo Iglesias, La muerte de Brian logra mostrar con humor, a lo largo de cincuenta minutos, diferentes vicios de la clase media. Una obra sobre pérdidas y raras esperanzas. Los personajes se muestran enteros, desde el cuerpo hasta sus conflictos. El vestuario a cargo de Gabriela Fernández, acentúa el tono casi grotesco. Entre los actores se destaca Clara Muschietti, impecable en su papel de novia que no queire sacarse su vestido.

por Brenda Fontan.
REVISTA 23