Carol: El camión ya había pasado, lo vi justo cuando estaba doblando en la esquina, lo seguí con la motito. Me comí todo el viaje, todo el olor a basura en la nariz y la angustia en el pecho de ver como echaban cada vez más mugre sobre el pobrecito de Brian. Uno se retrasó porque se cortó con unos vidrios, mientras puteaba porque los vecinos no usan las bolsas verdes correspondientes, le pregunté y me dijo que esa formación iba directo a Patricios, a la quema, entonces, desesperada, le expliqué la historia, el dueño del bar no se dio cuenta que era mujer por el disfraz de empanada, entonces me metí con él al de caballeros y mientras se enjuagaba la sangre, le conté todo, que me lo regalaste para el primer aniversario de novios, que lo pagamos a medias, pero bueno, idea tuya, en ese tiempo todavía se te ocurrían ideas y que lo elegí porque lloraba tanto el pobrecito y de lo rápido que creció hasta ponerse así (mueve la bolsa en sus brazos nuevamente) y que necesitaba revisar el camión para darle cristiana sepultura, de la lonita verde le dije también y me contestó que estaba loca que lo dejara en paz, que estaba harto de escuchar historias de mugre y yo ahí sin dudar le dije que si me daba unos minutos para revisar el camión se la chupaba... a él y a los otros si era necesario y ahí nomás hizo la primer pausa, la sangre ya le había parado, me miró fijo y se empezó a reír como un desaforado diciendo que nunca se la había chupado una empanada y entonces... una nube de abejas en la cabeza... le di con el casco en la nariz, otra vez la sangre, le di y le di hasta que quedó rojo y tendido, el tabique le señalaba la salida...
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